jueves, 17 de agosto de 2017

Las promesas incumplidas de #Mancera


“Mi prioridad es la seguridad de todas y todos ustedes”

Así arrancó Miguel Ángel Mancera su campaña por la jefatura de gobierno del Distrito Federal el 29 de abril de 2012, su promesa central no fue otra más que mantener a la capital del país como una ciudad segura.

“Sin seguridad, no hay gobernabilidad y sin justicia no hay certidumbre social” aseguró en aquel mitin frente al Monumento a la Revolución en compañía de personajes como Marcelo Ebrard y Cuauhtémoc Cárdenas.

A cinco años y poco más de 100 días de esa promesa, la presencia de cárteles de droga en la capital y el incremento en los homicidios en la ciudad durante su jefatura, demuestran que a las palabras se las lleva el viento, especialmente cuando son pronunciadas en una campaña política.

Hoy, Mancera está a nada de volver a las campañas, pero esta vez buscará “la grande”, pues quiere ser presidente de la república en 2018. Para lanzar su campaña debe dejar su cargo actual como jefe de gobierno, una salida que si bien aún no tiene fecha exacta será después del 17 de septiembre, cuando presente su quinto informe de gobierno, según sus declaraciones.

No obstante, antes de que oficialice su siguiente aventura electoral es necesario pasarle báscula a algunas de las promesas que le hizo a los capitalinos en 2012, un proceso que ya comenzó mal según los resultados de violencia de la Ciudad de México.

Violencia a niveles nunca vistos

En 2017 la cantidad de asesinatos dolosos ocurridos en la capital durante el primer semestre supera en un 35% a los que ocurrieron en 2013 durante el mismo periodo. Pasó de 400 asesinatos a poco más de 540, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Además, el promedio anual de 854 homicidios dolosos de su gobierno ya supera el de sus antecesores Marcelo Ebrard con 757 y Andrés Manuel López Obrador con 721, de acuerdo con el secretariado.

La cantidad de homicidios en la Ciudad de México revela una violencia que nunca se había visto.

Solo estos datos demuestran que al jefe de gobierno se le terminó la gobernabilidad, según sus declaraciones de 2012, pero la cereza del pastel en la evaluación de su promesa central es Tláhuac.

En esta demarcación fue donde un operativo de la Secretaría de Marina contra supuestos narcomenudistas terminó con la vida de ocho personas presuntamente vinculadas a la distribución de drogas, pero desde antes se había terminado con la seguridad de la población esta delegación.

En 2016 Tláhuac se convirtió en la octava delegación con más homicidios en la capital con 53 víctimas en ese año, superando a Azcapotzalco, Coyoacán, Iztacalco, Tlalpan y Xochimilco.

Acabar con el tandeo, promesa a medias

Fuera del ámbito de la seguridad Mancera prometió otras cosas, como el resolver la problemática del abastecimiento de agua a través del tandeo, una promesa que si bien mostró resultados positivos no se concluyó del todo.

El 1.1% de la población de la Ciudad de México continúa acarreando agua a sus hogares, esto significa que al menos una de cada 100 personas que viven en la capital no tiene una toma directa de agua potable en su casa, según datos de la encuesta intercensal de 2015.

Más de 97 mil personas en la Ciudad de México aún reciben agua por tandeos según datos del 2015. En 2010 eran más de 236 mil personas.

En 2010, el 2.7% de la población se encontraba en esta situación, es decir que casi tres de cada 100 personas obtenían agua de alguna llave comunitaria, otra vivienda, una pipa, un pozo o recolectaban de la lluvia, de acuerdo con el censo realizado por el Inegi en aquel año.

Lo que significa que entre los dos últimos años de gobierno de Marcelo Ebrard y los tres primeros de Miguel Ángel Mancera la práctica del tandeo se redujo en más de la mitad de la población que recurría a ella.


Se recuperaron espacios públicos, pero violaron derechos humanos

Una tercera promesa fue la recuperación de los espacios públicos, especialmente de las zonas ubicada en las calles Artículo 123 y Humboldt, en el Centro Histórico, conocidos por albergar en sus banquetas a indigentes.

Hasta el momento esta promesa puede considerarse como cumplida, pues de acuerdo con los comentarios vía Twitter de los vecinos de la colonia Cuauhtémoc, desde febrero -cuando se desalojó a los indigentes por última vez- no se han vuelto a ver por la calle.

 Desalojar a los indigentes implica una violación a sus derechos humanos.

 Y es que desde 2012 a la fecha la prensa reporta al menos tres desalojos anteriores al que se llevó a cabo en febrero de 2017, estos fueron en el 31 de agosto de 2012, el 21 de 2013 y el 22 de abril de 2014. En todas las ocasiones los indigentes regresaron.

No obstante, estos desalojos implican la violación de varios derechos humanos de las personas en condición de calle, explicó la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal en su informe sobre la situación de las poblaciones callejeras de la capital del país, publicado en 2014.

Violaciones en contra de su honra y dignidad, así como a la igualdad ante la ley y la no discriminación fueron encontrados en los expedientes de queja en donde se identificó a personas en situación de calle en entre 2011 y 2012, pues en la jefatura de Marcelo Ebrard también se dieron esta clase de desalojos.

 http://www.arenapublica.com/articulo/2017/08/17/6864/promesas-de-miguel-angel-mancera-2012-que-no-cumplio-como-jefe-de-gobierno

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